Impotencia: ¿Qué es la Impotencia Sexual Masculina?
La disfunción eréctil, también conocida como impotencia sexual masculina,es la incapacidad persistente para conseguir o mantener una erección que permita una relación sexual satisfactoria.
Debe diferenciarse de otros problemas sexuales, como son la falta de deseo, las alteraciones de la eyaculación (eyaculación prematura, eyaculación retrasada y ausencia de eyaculación) o los trastornos del orgasmo.
Aunque puede decirse con seguridad que todo hombre experimenta una disfunción eréctil de vez en cuando, la impotencia Sexual Masculina se define en términos médicos como la incapacidad para mantener una erección suficiente para el coito en al menos el 25% de los intentos.
La disfunción eréctil (Impotencia Sexual Masculina) es una situación bastante frecuente; se ha calculado que en algún momento puede afectar en mayor o menor grado a la mitad de los hombres entre los 40 y los 70 años. Hasta hace poco era un tema que no solía tratarse abiertamente. Mitos y expectativas culturales de la sexualidad masculina han impedido a muchos hombres buscar ayuda para un trastorno que puede, en la mayoría de los casos, beneficiarse de un tratamiento médico
Causas
La impotencia Sexual Masculina o disfunción eréctil puede originarse por:
Causas psicológicas
En estos casos, el pene no presenta ninguna alteración física, sin embargo, enfermedades como la ansiedad (provocada con frecuencia por el miedo a no conseguir una erección o a defraudar a la mujer), la depresión, los problemas con la pareja e incluso el estrés pueden afectar al acto sexual.
También la preocupación excesiva por los problemas laborales, sociales o familiares implican que no se dedique la atención necesaria al acto sexual. La fatiga, la inapetencia, la falta de ejercicio, el insomnio o un fracaso laboral también desequilibran los reflejos sexuales.
Causas vasculares
Este tipo es muy habitual. El pene no puede acumular la sangre necesaria para que se dé una erección, generalmente porque no llega en suficiente cantidad. Fumar, la hipertensión arterial, la diabetes, algunas enfermedades cardiacas y aumento en los niveles de colesterol en sangre pueden provocar trastornos vasculares que dificulten la erección.
Causas neurológicas
En estos casos se produce una interrupción en la transferencia de mensajes del cerebro al pene porque existe una lesión en los nervios implicados. Esto ocurre con las lesiones de la médula espinal, la esclerosis múltiple o tras algunas intervenciones quirúrgicas en la pelvis.
Causas hormonales
Son poco frecuentes. Generalmente se deben a una falta de hormonas sexuales masculinas.
Causas farmacológicas
Existen varios medicamentos que tienen como efecto secundario disminuir la capacidad de tener una erección. Entre ellos hay algunos fármacos para tratar la hipertensión, las enfermedades cardiacas y los trastornos psiquiátricos.
¿Cómo saber si se sufre impotencia sexual?
Reconocer que uno padece impotencia sexual es difícil no solo con la pareja, con los amigos o con el médico, también ante si mismo. Aunque como decíamos antes sea un tema tabú, casi la totalidad de los hombres, por no decir la totalidad, ha sufrido alguna vez en su vida un caso de impotencia puntual, incluso más de uno.
Claro que tener uno o dos episodios no requiere decir que se padezca de impotencia sexual. Pero ojo, aquí se debe tener mucho cuidado. Hay un punto que no mencionamos en el apartado anterior, pero que también puede ser el origen de la impotencia, uno mismo.
Puede que esta razón te haya dejado un poco descolocado, así que explicaremos a continuación a que nos referimos con esto. Cuando sufres uno o más episodios de impotencia y se empieza a pensar en este tema, se puede llegar a tener convencimiento que se padece disfunción eréctil, y entonces seas incapaz de lograr la erección. Intenta evitar que esto te suceda.
Una manera de saber se sufre de impotencia sexual es intentar estimularse sexualmente, si estás sano y todo va bien, la erección llegará sin problema. Si no lo consigues, y esto te ocurre durante unos cuantos días o semanas, y estás ese tiempo si lograr la erección, seguramente tengas un problema.
Diagnóstico de la Disfunción Eréctil
La DE es un diagnóstico médico y, como tal, debe realizarse por un urológo certificado . Para ese diagnóstico se puede recurrir a varios elementos:
1. Historia clínica. Interesa recoger la información sobre problemas médicos actuales y previos, medicamentos que se estén tomando y antecedentes de problemas psicológicos (estrés, ansiedad, depresión). El médico también requerirá antecedentes sexuales -inicio de la DE, frecuencia, calidad y duración de cualquier erección, etc. Se investigará la motivación para el tratamiento y las expectativas del paciente. En ocasiones puede ser apropiado entrevistar a la pareja sexual del varón con DE
2. Examen físico. Incluye una exploración del área genital y un tacto rectal (examen del recto con un dedo enguantado) para valorar el estado de la próstata. Deben buscarse evidencias de otras enfermedades -hipertensión, diabetes, ateroesclerosis, daño nervioso.
3. Pruebas de laboratorio. Se harán análisis de sangre para medir los niveles de testosterona y, si es necesario, los de prolactina para determinar si hay problemas del sistema endocrino.
4. Otras pruebas. Pueden ser necesarios diversos exámenes específicos para detectar la DE, como pruebas de respuesta eréctil tras inyección de medicamentos que dilatan los vasos sanguíneos del pene, o la detección de erecciones nocturnas mediante diversos dispositivos.
6. Cambiar los hábitos de vida que afectan a la salud de las arterias y venas: No fumar, moderar el consumo de alcohol y de grasas (particularmente grasas saturadas), hacer algo de ejercicio y aprender a relajarse.
Tratamientos
Muchos médicos sugieren que la elección de los tratamientos para la impotencia o disfunción eréctil que han de seguirse deberían ir de menos a más invasivo. Empezando por llevar un estilo de vida saludable, continuando con ayuda psicológica y tratamiento farmacológico y/o dispositivos de vacío y , por último, la cirugía.
La ayuda psicológica es recomendable en hombres de menos de 40 años, ya que en estos casos la causa de la enfermedad suele ser psicológica. Incluso en casos de impotencia/disfunción eréctil por problemas físicos, muchos hombres necesitan ayuda psicológica para poder superar problemas de autoestima derivados de esta enfermedad.
Según las pautas de la Sociedad Americana de Urología y la Sociedad Europea de Urología, los inhibidores de la fosfodiesterasa tipo 5, son la terapia en una primera línea y los siguientes agentes a tener en cuenta para un correcto tratamiento farmacológico. Antes de tomar cualquiera de estos tratamientos es necesario consultar con el especialista:
- El tadalafilo: Comercializado como Cialis, actúa aumentando el flujo sanguíneo en el pene siempre en presencia de estimulación sexual. Hay que ingerir este fármaco 30 minutos antes de mantener una relación sexual y su eficacia puede llegar a las 24 horas después de la administración. La ingesta alimenticia no afecta a la absorción del fármaco. Los efectos secundarios son en general leves o moderados: dolor de cabeza, rinitis, enrojecimiento facial o dolores musculares.
- El vardenafilo: Comercializado como Levitra, actúa aumentando el flujo sanguíneo en el pene siempre en presencia de estimulación sexual. Su administración debe realizarse entre 25 y 60 minutos antes de comenzar la relación sexual y su efecto dura hasta 5 horas. Los efectos secundarios de esta medicación son leves y van desde el dolor de cabeza y náuseas hasta mareos o rinitis. Hay que tener en cuenta que la concentración del fármaco en sangre se retrasa si se ingiere una comida con alto contenido en grasa. Sin embargo, este retraso no se produce con la forma bucodispersable. La forma bucodispersable de vardenafilo permite la toma sin agua y las comidas grasas no interaccionan.
- El sildenafilo: Conocido como Viagra, actúa aumentando el flujo sanguíneo en el pene siempre en presencia de estimulación sexual. Debe tomarse una hora antes de empezar la actividad sexual y su efecto dura hasta 5 horas. Puede provocar efectos secundarios como dolor de cabeza, sofocos, trastornos gastrointestinales o visuales. No pueden tomarla hombres que sufran retinitis pigmentosa o que estén tomando nitratos (al igual que el resto de tratamientos). Al igual que el vardenafilo, su efecto se puede ver afectado si se consumen alimentos ricos en grasa.
- El avanafilo: Cuyo nombre comercial es Spedra, actúa aumentando el flujo sanguíneo en el pene siempre en presencia de estimulación sexual. Debe tomarse 30 minutos antes de comenzar la relación sexual y su efecto puede durar hasta 6 horas. Al igual que los dos anteriores fármacos, su eficacia también se puede ver afectada por la ingesta de comidas ricas en grasas. Respecto a los efectos secundarios, son similares al resto de inhibidores de la fosfodiesterasa-5 (IPDE-5).
Medicina regenerativa
En el ámbito experimental se ha empezado a administrar plasma rico en plaquetas, que se inyecta en la estructura del pene conocida como cuerpos cavernosos con el objetivo de regenerarla. «Hay ensayos clínicos en marcha en esta línea, pero todavía no se ha alcanzado un nivel de evidencia científica alto», explica Lledó.
En un punto todavía más incipiente se encuentra la administración de células madre de la médula ósea en los cuerpos cavernosos.
Prótesis de pene
En aquellos pacientes que no responden a otros tratamientos puede estar indicada la cirugía de prótesis de pene, que se ha perfeccionado los últimos años, con «indices de satisfacción por encima del 80 por ciento», precisa Lledó.
FUENTES:
https://cuidateplus.marca.com/enfermedades/urologicas/impotencia-disfuncion-erectil.html
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